¿Qué son?
Pueden sonarte igual, pero existen diferencias entre alergia e intolerancia. Las alergias e intolerancias son dos tipos de afecciones que tienen una cosa en común: reacciones adversas frente a un alimento o grupo de alimentos.
La alergia está causada por proteínas presentes en algunos alimentos como la leche, el huevo, mariscos, los frutos secos o algunas frutas. La respuesta inmune que desencadenan en se puede detectar mediante los anticuerpos que producimos, ya que los componentes presentes en pequeñas porciones de alimento pueden tener una gran potencia biológica y desencadenar síntomas importantes. Puedes sospechar que tienes una alergia cuando los alimentos te producen picor, inflamación y dolor y normalmente aparecen en la infancia.
Por otro lado, una intolerancia alimentaria puede ser más inespecífica y difícil de detectar. Puede aparecer a cualquier edad. Consiste en que tu organismo no puede digerir correctamente un alimento o uno de sus nutrientes. Tu auto observación es clave para identificarlas. Las intolerancias llegan ser una fuente de estrés al ser una situación muy nueva presente en el día a día. Las personas intolerantes también pueden llegar a ser una fuente de estrés para quienes son diferentes a ellas, pero ese no es el asunto central de este artículo.
Celiaquía
En la celiaquía la intolerancia se produce con el gluten. Suele aparecer en la infancia, pero se dan casos en los que aparece en la edad adulta. No se conocen sus causas, pero cuando aparece en adultos se relaciona con situaciones de estrés y con algunos tratamientos farmacológicos. Sus sintomas son:
- Diarrea frecuente
- Pérdida de peso
- Anemia inexplicada
- Dolor abdominal frecuente
- Gases
- Dolores óseos y articulares
- Calambres musculares
- Cansancio
- Retraso del crecimiento (en niños)
¿Qué hago si me diagnostican una alergia o una intolerancia?
A pesar de las diferencias entre alergia e intolerancia, el manejo nutricional de ambas se basa en identificar los alimentos implicados o grupos de alimentos y retirarlos de la dieta. Además, será importante que prevengas la carencia de los nutrientes que pueda conllevar la restricción. La consulta de nutrición te puede ayudar mediante la educación alimentaria a:
- La interpretación del etiquetado para que puedas identificar los ingredientes a evitar. Puedes consultar más información sobre etiquetado de alérgenos en la página de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.
- La reintroducción controlada del alimento que la causa para desarrollar tolerancia de nuevo (en caso de intolerancia).
- Evitar carencias nutricionales derivadas de las restricciones de alimentos para mantener una alimentación saludable
- Encontrar alternativas personalizadas en función de tus costumbres y gustos.
Encontrar alternativas personalizadas en función de tus costumbres y gustos es el punto que va a determinar que tu vida no esté condicionada por una alergia o intolerancia. Por ejemplo, en el caso de que tengas alergia al melocotón, es relativamente fácil evitar esa fruta y las preparaciones que la contienen. Pero si te diagnostican intolerancia a fructosa (presente en algunas frutas, verduras, edulcorantes, legumbres, leche y cereales), encontrar un desayuno con el que te sientas a gusto puede ser un tanto complicado.
Si quieres saber más sobre las diferencias entre alergia e intolerancia o sospechas que hay alimentos que te sientan mal, unas pocas visitas al nutricionista pueden darte herramientas y autonomía y mejorar tu calidad de vida con una alimentación saludable.